Autor: Joaquín Juan-Dalac Fernández
Parece que se ha alcanzado casi unanimidad entre las fuerzas políticas, sociales y empresariales. Ya solo queda establecer la fecha y la temporalización de las obras. ¿Qué nos estamos jugando? Sin embargo, la situación estructural de las finanzas públicas debería ser causa suficiente para reconsiderar este proyecto de calado internacional, que requiere más de 50.000 MEUR, no para detenerlo si no para lograr una proporción entre la inversión y los beneficios: mayor competitividad de nuestra economía, mejora de la sostenibilidad ambiental y fortalecimiento de la cohesión territorial. Algunos de los elementos que deberían figurar en este ejercicio de revisión del proyecto son, entre otros:
- El aprovechamiento, rectificación y modernización de las vías actuales para ser operadas con material móvil de rodadura variable (ibérico / uic).
- La integración urbana con fórmulas menos agresivas, más rápidas de implementar, no limitativas en su evolución y sin renunciar a soluciones estéticas.
- El cálculo riguroso de los beneficios en cuanto a la reducción del tráfico en la carretera, minoración de externalidades, ahorro de tiempo de viaje, inducción de nuevos viajeros, saldo fiscal, balance entre modos de transporte, etc.
- El planteamiento realista de las fórmulas de construcción y explotación, teniendo en cuenta lo sucedido en otras concesiones de infraestructuras.
- Una adecuada vigilancia tecnológica que identifique posibles factores de riesgo del proyecto como, por ejemplo, el aplazamiento de la red ferroviaria francesa (Perpignan), el aislamiento de la línea ferroviaria para mercancías de otras líneas de la red del Estado, la inestabilidad en el sector aéreo o la irrupción de un número desproporcionado de operadores ferroviarios.
En tiempos crisis, no sólo económica si no también ética y estética, reconsiderar grandes proyectos significa introducir realismo, pragmatismo y sensatez sin renunciar a las bondades de lo que se persigue. Entendemos que deben primar los efectos que se logren durante la explotación, no durante las obras. Utilizando el lenguaje de las nuevas tecnologías, diríamos que conviene hacer campaña SEO porque a medio plazo nos posicionan mejor (explotación) en vez de campañas SEM que son coyunturales (construcción).